La primera vuelta de las elecciones presidenciales chilenas, este domingo, plantea múltiples incertidumbres enmarcadas en una sola certeza: salvo sorpresa mayúscula, habrá segunda vuelta, pues ninguno de los ocho aspirantes de la papeleta alcanza el 30 por ciento de intención de voto en los sondeos, muy lejos de la mitad más uno de los sufragios necesarios para proclamarse presidente en esta primera ronda.
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Personas participan en un evento de cierre de campaña del candidato chileno José Antonio Kast. Foto:EFE
Unificada en torno a Jeannette Jara, la candidata comunista que ganó las primarias del oficialismo a fines de junio, la izquierda enfrenta a una derecha dividida en al menos tres postulantes con posibilidades de pasar a la segunda vuelta: la exministra centroderechista Evelyn Matthei, el derechista José Antonio Kast y el libertario de extrema derecha, Johannes Kaiser. Un poco más atrás, Franco Parisi –otro derechista, pero independiente de los partidos– tiene también opción.
En los escenarios de segunda vuelta previstos por los encuestadores, tanto Matthei como Kast derrotarían a Jara por entre 12 y 13 puntos porcentuales; pero si el que pasa es Kaiser, la diferencia se reduce y Jara tiene posibilidades de ganar, con lo cual el actual presidente, Gabriel Boric, se anotaría una victoria al elegir a una sucesora de su misma corriente, la izquierdista Unidad por Chile.
En ese caso, se frenaría el giro a la derecha que Suramérica ha tenido este año, con las victorias presidenciales de Daniel Noboa en Ecuador, en abril, y de Rodrigo Paz en Bolivia, en octubre, y de las listas del presidente Javier Milei en Argentina, en las parlamentarias de hace 15 días.
La ley electoral chilena prevé que las firmas encuestadoras no puedan divulgar sondeos de intención de voto durante las dos semanas previas a la votación. La veda comenzó el 2 de noviembre y, según las encuestas a esas alturas, la comunista Jara (con entre 25 por ciento y 30 por ciento de la intención) y el derechista Kast (con entre 17 por ciento y 23 por ciento) aparecían como favoritos. Matthei lleva cuatro meses con promedios de entre 13 por ciento y 16 por ciento.
En cuanto a Kaiser, la mayoría de sondeos lo situaba por debajo de Matthei, pero un par de encuestas de la última semana elevaban su intención de voto a 17 por ciento, una dinámica que, si continuó durante la veda de encuestas, podría acercarlo a la segunda vuelta, lo que le abriría posibilidades a la izquierdista Jara.
Como suele suceder en los sistemas de doble vuelta, cuando llegan como finalistas un aspirante de izquierda y uno de derecha, los indecisos se inclinan por aquel candidato que les inspira menos miedo y definen la elección. Ante Kast o Matthei, Jara inspira más recelo, pero si la comunista termina enfrentada con Kaiser, eso puede cambiar.
Las diferentes opciones de derecha en el tarjetón suman en las encuestas un promedio cercano al 60 por ciento de la intención de voto. Aunque ver a Jara liderar los sondeos para la primera vuelta valida en cierta medida a Boric, la verdad es que hay un amplio sector de votantes cansado de los mediocres resultados económicos y del aumento de la inseguridad. Según la encuestadora Cadem, el mandatario cuenta con 33 por ciento de aprobación contra 63 por ciento de desaprobación.
Guillermo Holzmann, académico de la Universidad de Valparaíso, le dijo a CNN hace pocos días que hay “un electorado que no se siente identificado con la izquierda ni con la derecha o con los grados de polarización entre ambos, sino que busca soluciones y respuestas, y esas respuestas hoy día están en la derecha”.
Las opciones de Kaiser radican, según Holzmann, en que para un sector de esos electores “la derecha más extrema (…) pasa a ser validada, pasa a ser no solamente considerada sensata, sino también razonable y elegible”.
La comunista, Jeannette Jara (c). Foto:EFE
¿Quién es quién en las elecciones chilenas?
Jeannette Jara tiene 51 años y desde los 15, cuando cursaba el bachillerato y trabajaba por temporadas como colectora de frutas, se vinculó al Partido Comunista. Durante el segundo gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet ocupó varios cargos, al igual que lo hizo en la alcaldía de Santiago más adelante. En marzo de 2022 asumió como ministra de Trabajo del primer gabinete de Boric.
En junio sorprendió al vencer en las primarias de la coalición gobiernista en las que se inscribió por el Partido Comunista: obtuvo el 60 por ciento de los votos. En las semanas siguientes logró asegurarse el apoyo del amplio abanico de movimientos que forman la coalición gobiernista de Boric, y convertirse así en líder de los sondeos para la primera vuelta.
Hace cuatro años, el derechista José Antonio Kast pasó a la segunda vuelta contra Boric, quien lo derrotó por 56 por ciento a 44 por ciento. Hasta el inicio de la veda de encuestas, aparecía como más probable competidor de Jara para la ronda final. Pero su dinámica de las últimas seis semanas en los sondeos inquieta a su equipo de campaña: a mediados de septiembre, siempre aparecía por encima de 23 por ciento, pero a fines de octubre, algunas encuestas lo situaban en 17 por ciento.
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Católico practicante, conservador y de fuertes convicciones derechistas, nació en 1966 de padres que inmigraron de Alemania a Chile tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Su padre había militado en el nazismo. En 2018, Kast fundó el Partido Republicano. A lo largo de su carrera ha sido crítico de los matrimonios entre personas del mismo sexo, se ha opuesto a la ley que autorizó el aborto y, en materia de inmigración ilegal, ha propuesto medidas represivas como el cierre de la frontera norte del país.
José Antonio Kast, de 57 años, es el fundador y líder del Partido Republicano. Foto:AFP
Mucho más moderada que Kast, la exministra de Trabajo Evelyn Matthei es hija del general de aviación Fernando Matthei, quien, siendo comandante de la Fuerza Aérea e integrante de la junta militar que presidía Augusto Pinochet, no lo quiso acompañar cuando el dictador planteó desconocer los resultados del plebiscito de 1988, que ganó la oposición. Ese resultado, que la junta militar terminó por aceptar gracias a la actitud del general Matthei, abrió el camino del regreso de Chile a la democracia.
En julio, Matthei acusó al comando de campaña de Kast de activar una serie de ataques y de desinformación contra ella, que incluyeron la amplia divulgación en las redes sociales de mensajes que aseguraban que ella sufría de alzhéimer. A diferencia de Kast, ha respaldado la opción del aborto en determinados casos, aunque en materia de inmigración también ha planteado propuestas de mano dura.
En el extremo del ala derecha se ubica Johannes Kaiser, de 49 años, nacido en una familia que, al igual que Kast, tiene raíces alemanas. La diferencia es que el abuelo de Kaiser no fue nazi, sino un militante socialdemócrata que huyó de Alemania tras el ascenso de Adolfo Hitler a mediados de los años 30. Kaiser no heredó el talante socialdemócrata de su abuelo. Exitoso youtuber desde mediados de la década pasada, Kaiser se unió al Partido Republicano de Kast, pero tras ser elegido diputado hace cuatro años se volvió viral un video suyo con contenidos misóginos. Kast pidió una investigación en el seno de la colectividad y, ante eso, Kaiser optó por renunciar al partido.
Él mismo se ha calificado como “reaccionario” y en varias ocasiones ha defendido el golpe militar de 1973, cuando Pinochet y otros generales derrocaron de manera cruenta al presidente socialista Salvador Allende. Crítico de las vacunas contra el covid-19 y aún más radical que Kast en materia de inmigración ilegal, está a favor del porte de armas por parte de los ciudadanos.
El quinto opcionado, según las encuestas, es Franco Parisi, líder del Partido de la Gente, de tendencia populista de derecha. Ya fue candidato en tres presidenciales, la de 2013, la de 2017 y la de 2022. En esta última ocupó el tercer lugar con 12 por ciento de los votos, detrás de Boric y Kast.
Johannes Kaiser es diputado de la República de Chile desde 2022. Foto:@JouKaiserPrensa / X
Economía y migrantes
Después de un largo período de alto crecimiento del PIB, con picos de hasta 10 por ciento y 12 por ciento en un solo año en las décadas del 90 y durante la primera de este siglo, Chile ha visto frenar su actividad económica. Durante el gobierno de Boric, la cifra anual de alza del PIB se ha movido entre 0,5 por ciento en 2023 y 2,6 por ciento en 2024. Al mismo tiempo, la inseguridad ha crecido en este siglo al punto de elevar la tasa anual de homicidios de 3 por cada 100.000 habitantes en 2000 a más de 6 en 2024.
La derecha ha culpado a la inmigración ilegal de esos males. Casi 110.000 inmigrantes ilegales en 2021, 291.000 en 2022 y 336.000 en 2023 han elevado mucho el número de extranjeros que residen en Chile. En 2024, los controles migratorios lograron bajar ese flujo un 37 por ciento. Aun así, las estadísticas oficiales hablan de 1,9 millones de extranjeros que viven en el país, buena parte de ellos en situación irregular.
Para un país con 20 millones habitantes, que cerca del 10 por ciento de ese total venga del exterior, sobre todo de los países de la región (40 por ciento procede de Venezuela), es un fenómeno que plantea grandes retos sociales y económicos, pero también culturales.
Geográficamente aislado por la cordillera de los Andes, Chile solo animó la inmigración de procedencia europea, en especial en la primera mitad del siglo XX, pero siempre ha sido refractario a la inmigración mestiza, procedente de países suramericanos.
“Asociar la crisis económica y el alza de la inseguridad con los migrantes es un discurso fácil de vender aunque esa sea solo una parte de la explicación”, le dijo a EL TIEMPO en París un diplomático europeo que sigue el proceso chileno.
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Candidato a la Presidencia de Chile por el partido Chile Grande y Unido, Evelyn Matthei Foto:EFE
“El tema es tan sensible que los planteamientos de Kast, que siempre habían sido los más radicales, ahora parecen tibios ante las propuestas mucho más extremas de Kaiser”, agregó la fuente, antes de concluir: “La pregunta es si ese populismo radical de derecha de Kaiser lo va a conducir a la segunda vuelta y si eso le dará a la izquierda, que hasta hace poco parecía derrotada, una oportunidad de ganar”.
Mauricio Vargas – ANALISTA SÉNIOR
