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Paz, un economista de 58 años, triunfó en los comicios con 54,5% de los votos escrutados, por delante del expresidente de derecha Jorge ‘Tuto’ Quiroga, con 45,4%, según el cómputo oficial al 97,86 % de las actas escrutadas por el Tribunal Supremo Electoral.
El resultado marca el fin de un ciclo político iniciado en 2006 con la llegada de Evo Morales al poder, hoy inhabilitado y con una orden de captura en su contra; y continuado por Luis Arce, el impopular presidente que cuenta con una desaprobación de más del 80 % y cuyo mandato concluirá oficialmente el próximo 8 de noviembre, cuando Paz asuma la Presidencia.
Simpatizantes de Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano. Foto:AFP
Sus ofrecimientos de campaña se centraron en solucionar con urgencia la rampante crisis económica, la peor que atraviesa el país en cuatro décadas; así como una crítica escasez de combustible y de productos. Pero además deberá encarar a un Legislativo sin mayorías claras y reactivar una diplomacia marcada por 20 años de aislacionismo de la izquierda del MAS.
Los retos que deberá enfrentar Rodrigo Paz
1. La peor crisis económica de las últimas décadas
El gobierno de Luis Arce, que renunció a la reelección por su impopularidad, agotó sus reservas de dólares para mantener una agónica política de subsidios a los combustibles.
Desde hace casi dos años, Bolivia sufre una escasez de dólares y combustibles que ha desatado una inflación anual de casi el 25 %, sólo superada en América Latina por Argentina y Venezuela, también tiene sus reservas internacionales prácticamente agotadas (entre 100 y 165 millones de dólares) y una escasez de dólares que ya impacta la vida cotidiana de los ciudadanos.
“En este contexto, se ha producido una dolarización de facto: el dólar se utiliza ampliamente como reserva de valor y medio de intercambio, incluso dentro del sistema financiero, donde es empleado para depósitos y créditos”, explica a EL TIEMPO Eduardo Ruiz, analista para la región Andina de Control Risks.
“El desabastecimiento de gasolina y de dólares generó una parálisis en casi todas las regiones del país, afectando a los sectores productivos y deteriorando la calidad de vida de la población”, explica Ruiz.
Material electoral de las presidenciales en Bolivia. Foto:AFP
Paz se ha comprometido a ajustar los presupuestos de la nación y recortar más de la mitad de los multimillonarios gastos en subsidios de carburantes, aunque dice que los mantendrá para el transporte público y otros sectores críticos.
Su propuesta es menos radical que la que tenía su rival Quiroga y evita hablar de un shock económico. “Su visión gradualista puede tener tropiezos” para alcanzar resultados, señala el economista Napoleón Pacheco, docente de la boliviana Universidad Mayor de San Andrés.
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Cuando los ajustes se hacen poco a poco pueden tener un efecto inverso al que buscan, asegura.
2. Lograr alianzas en el Legislativo
La bancada parlamentaria más numerosa la tendrá el Partido Demócrata Cristiano de Paz, con 46 diputados, seguida de la Alianza Libre de Quiroga, con 39. Ninguna alcanza mayoría por sí sola.
La campaña electoral deja muy desgastadas las relaciones entre ambos candidatos y sus grupos políticos, con constantes acusaciones recíprocas de guerra sucia.
“Son heridas que son difíciles de resolver”, dice a la AFP la socióloga María Teresa Zegada. “Para llegar a los dos tercios” que se requieren para hacer algunos cambios estructurales prometidos “van a necesitar hacer acuerdos“, agrega.
Evo Morales representa una potencial y ferviente oposición contra Rodrigo Paz. Foto:AFP
Por lo pronto, el millonario centroderechista Samuel Doria Medina, un excandidato que quedó fuera en primera vuelta, anunció que apoyaría a quien ganara. Dirige Alianza Unidad, la tercera fuerza política más importante, con 26 diputados que podrían no bastar para lograr la mayoría.
De igual manera, Ruiz considera que, tras la victoria de los partidos de oposición en el Congreso, que ahora contarán con mayoría absoluta, se anticipan transformaciones profundas.
“Es muy probable que se impulse un nuevo modelo económico de corte más liberal, con una mayor participación de la inversión extranjera y una reducción del control estatal sobre diversos sectores. Asimismo, podrían implementarse reformas orientadas a fortalecer la democracia y la participación electoral, desmontando las políticas instauradas por el MAS que buscaban mantenerlo en el poder de forma indefinida”, agrega el experto.
El senador Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano. Foto:AFP
En ese sentido, el expresidente Evo Morales será el principal obstáculo para Paz. En una entrevista en agosto con la agencia AFP aseguró que defendería las conquistas de su antiguo mandato dando “batalla en las calles y los caminos” ante un eventual gobierno de derecha. Por ello, las calles y los sindicatos también tendrán influencia en lo que pueda hacer el nuevo gobierno.
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“Ojalá le den un poco de paciencia (…), pero creo que eso solo va a pasar si” en el nuevo gobierno “realmente se ponen en acción inmediatamente, como lo han prometido”, explica a la AFP Gabriela Keseberg, politóloga boliviana.
Al respecto, la politóloga Daniela Osorio Michel vaticinó que “va a haber un rechazo al corte de las subvenciones”.
3. Reactivar la diplomacia de una Bolivia aislada
Y es que Bolivia se prepara para reabrir un capítulo diplomático tras años de aislamiento. Paz ha prometido restablecer relaciones plenas con Estados Unidos y recomponer vínculos con países como Israel y organismos internacionales con los que el MAS mantuvo tensiones.
También es probable que el nuevo gobierno busque alinearse con administraciones de derecha, por ejemplo, con la de Javier Milei en Argentina, un socio estratégico regional.
Bolivia deberá reactivar unas relaciones con Estados Unidos bajo el gobierno de Trump. Foto:FRANCIS CHUNG / POOL
En su discurso de victoria, Rodrigo Paz delineó que estas serán las primeras prioridades de su Gobierno: abrir Bolivia al mundo, reconstruir la confianza interna y encarar una crisis económica que ha golpeado con fuerza a los hogares bolivianos.
“Hay que abrir Bolivia al mundo, retomar un rol que perdimos geopolíticamente y geoeconómicamente en las dos últimas décadas”, afirmó el mandatario electo, que ya recibió el respaldo de EE. UU.
El senador Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano. Foto:AFP
Durante su primera rueda de prensa tras la victoria, Paz afirmó que “Bolivia va a recuperar su relacionamiento internacional” y subrayó que ese proceso requerirá “la transparencia de los organismos internacionales”. Enfatizó que “lo que Bolivia quiere es certidumbre”, al tiempo que anticipó un vínculo más constructivo con Washington: “Creo que vamos a tener una relación fluida con Estados Unidos, de compromisos de cooperación y trabajo conjunto de beneficio para ambas naciones”.
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Respecto a las potencias del bloque antioccidental, el presidente electo sostuvo que “los Brics son buenos, es un buen grupo comercial, pero le aseguro que los contratos no los conocemos”, insistiendo en que “no es un problema de con qué país se firmó, sino la transparencia necesaria para que esos acuerdos sean de beneficio mutuo”. Añadió que su gobierno “ordenará la casa” y seguirá los procesos comerciales como el Brics, Mercosur, APEC, entre otros.
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