Ante la necesidad de garantizar un suministro energético robusto que soporte el alto consumo de las nuevas tecnologías y frente a las diferencias en las políticas de impulso verde con Estados Unidos, México ha decidido diversificar sus horizontes.
Una nueva alianza estratégica con Europa se perfila como el eje central para transformar el sector energético nacional, priorizando las fuentes limpias y renovables como motor de comercio y desarrollo.
Durante el reciente foro México-UE celebrado en la Ciudad de México, se sentaron las bases de este acuerdo que busca evitar errores del pasado vinculados a la dependencia de combustibles fósiles.
La colaboración tiene un objetivo claro y ambicioso: lograr que para el año 2030, la producción de energías renovables en territorio mexicano aumente en un 40 %. Para alcanzar esta meta, la participación e inversión de la industria privada jugará un papel determinante.
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Un acuerdo global modernizado
Las autoridades han proyectado que la firma oficial del acuerdo global modernizado entre la Unión Europea y México se concrete para febrero de 2026. Este tratado no solo responde a una urgencia ambiental, sino también a una necesidad de infraestructura.
Figuras globales como Elon Musk han advertido previamente sobre el riesgo de un caos provocado por la escasez de energía, lo que ha llevado a diversas naciones a abordar el problema de raíz mediante la cooperación internacional.
Uno de los pilares de este pacto es la eliminación de aranceles, una medida diseñada para reducir costos y facilitar los procesos comerciales, incentivando así que más compañías se sumen a la inversión energética.
La promesa de esta nueva agenda es crear un marco de colaboración que equilibre la sustentabilidad con la justicia social.
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Oportunidades más allá de la energía
Si bien la electricidad es el tema central, el acuerdo abre un abanico de oportunidades para diversos sectores económicos. Las pequeñas y medianas empresas, que tradicionalmente han mirado hacia el norte para sus exportaciones, tendrán ahora mayores facilidades para expandirse en el mercado global.
El tratado busca fortalecer áreas clave mediante el intercambio comercial, abarcando industrias como:
- Tecnología.
- Alimentación.
- Sector aeroespacial.
- Industria automotriz.
- Agricultura.
El propósito es aumentar la competitividad de las industrias locales y permitirles participar activamente en el crecimiento de esta alianza transatlántica, reduciendo la dependencia comercial exclusiva con Estados Unidos.
El giro hacia lo verde
La tendencia energética de México en los últimos años ha sido objeto de debate, especialmente por contratos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfocados en la explotación de recursos contaminantes. Sin embargo, este nuevo capítulo con Europa pretende revertir esa dirección.
La estrategia se centra en redirigir las inversiones y proyectos hacia fuentes que garanticen un futuro más limpio. El acuerdo servirá como plataforma para la expansión de tecnologías como la geotérmica, el hidrógeno, la energía eólica y la solar. De esta manera, se busca una transformación integral del sistema eléctrico, donde las industrias reciban incentivos por utilizar energías limpias y tengan un acceso facilitado a ellas.
*Artículo desarrollado con apoyo de IA y revisado por un periodista.
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