La elección del nuevo presidente de Honduras se resolverá voto por voto. Nasry Asfura lidera el conteo con el 39,91 % de los votos, frente al 39,89 % de Salvador Nasralla, una diferencia de apenas 515 sufragios, según el informe del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Según expertos, esta situación es el resultado, en parte, de la intervención de un actor clave en la escena que marcó la recta final de la campaña: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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Personas hacen fila para votar durante la jornada de las elecciones generales en Honduras. Foto:EFE
“No puedo colaborar con Moncada y los comunistas, y Nasralla no es un aliado confiable para la libertad, y no se puede confiar en él. ¡Espero que el pueblo de Honduras vote por la libertad y la democracia, y elija a Tito Asfura como presidente!”, escribió Trump días antes de las elecciones, marcando la postura de Estados Unidos.
¿Es influencia o injerencia? Para el analista internacional Julio Luqui-Lagleyze, la intervención del presidente Trump “puede haber terminado por hacer decidir a los indecisos”.
“El hecho de haber habido un endose por parte de Trump a un candidato tan directamente, creo que sí puede haber ayudado a que los indecisos terminen por decidir sus votos”, indicó el profesor de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Y es que las encuestadoras mostraban un empate técnico entre estos tres candidatos, de un total de cinco que se presentaron.
Para fines de octubre, el diario El Heraldo publicó la encuesta de LeVote donde Nasralla lideraba con el 26 % de intención de voto, seguido por Asfura (20 %) y Rixi Moncada (16 %).
Luego, ya más cerca de la jornada electoral, el diario Clarín indicó un posible empate técnico, según la encuestadora CID Gallup, entre Nasralla (27 %), Moncada (26 %) y Asfura (24 %).
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En este caso, Luqui-Lagleyze consideró que el resultado “es más bien un cierto oportunismo por parte de Estados Unidos”, pero sobre todo de quienes quieren recibir su apoyo.
Para el analista Juan Negri, la participación de Trump sí sería injerencia en Honduras.
Nasry Asfura, candidato presidencial hondureño. Foto:Efe
“Trump está desplegando estrategias de injerencia muy claras. Es decir, estamos en una etapa en la que es más común que antes en la que los países trataban de no involucrarse en los asuntos internos de otros países”, explicó el profesor de la Universidad Torcuato di Tella.
Además, indicó que el presidente de Estados Unidos sigue una diplomacia personalizada, mucho más ideologizada “por afuera de los canales formales de la diplomacia”. “Trump está siendo muy claro con quienes tiene afinidad ideológica y condicionando la respuesta institucional de los países a ese vínculo”, dijo el docente.
En esa línea se encuentra Nasry ‘Tito’ Asfura, líder del grupo político Partido Nacional. Considerado como un político conservador y pragmático, tiene una larga carrera política desde los años 90, y en la década pasada ocupó las alcaldías de Tegucigalpa y Comayagüela.
Su rival directo en el conteo de votos es Salvador Nasralla, líder del Partido Liberal. A diferencia de Asfura, es considerado como un político de centro. Por otro lado, fuera de la política se destacó como periodista y presentador de TV. Esto último lo llevó a ser llamado como “El señor de la televisión”.
Claramente, ambos son opositores al actual régimen de la presidenta Xiomara Castro. Incluso, Salvador Nasralla señaló que “Honduras vive ‘secuestrada’ por una “élite familiar que controla el Estado”.
Todo esto lleva a un en escenario más grande: Latinoamérica.
El candidato a la Presidencia de Honduras por el partido Liberal, Salvador Nasralla. Foto:EFE
Trump mira al sur
No es la primera vez que Trump deja las formas a un lado y se inclina por una opción electoral. El caso más reciente se dio en Argentina, cuando un par de semanas antes de las elecciones parlamentarias el republicano lanzó un salvavidas económico a la gestión de Javier Milei.
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En aquella oportunidad Trump escribió “Si Milei no gana, no seremos igual de generosos”.
Indica Luqui-Lagleyze que “hay una interés nuevamente de Estados Unidos por reavivar alianzas históricas con Latinoamérica, volviendo lo que puede ser la doctrina Monroe, de ‘América para los americanos’”. Y es que hay que recordar la creciente presencia de China en la región, que tiene incluso al Perú como socio comercial.
Otro aspecto importante es el cambio ideológico. Indica el docente de la UPC que “nuestra región ha vivido en un péndulo ideológico” que hoy parece haberse movido a la derecha.
En ese sentido, para Negri es importante identificar la gran cantidad de candidatos afines al movimiento MAGA, el eslogan que usó Trump en su campaña y significa “Make America Great Again”.
Una persona deposita su voto en una urna este domingo, en Tegucigalpa (Honduras). Foto:EFE
“En todos los países hay un candidato MAGA, hay un candidato claramente identificado con las políticas de Trump. Es decir, a diferencia de lo que pasaba hace unos años donde la presencia de Estados Unidos era contraproducente electoralmente”, indicó el docente argentino.
2026: un año clave en elecciones
El 2026 será un año electoral para la región. Costa Rica, Colombia, Perú y Brasil tendrán un proceso para la elección de un nuevo presidente, y probablemente Trump vuelva a intervenir.
Ambos analistas consideraron muy probable esta situación.
“No creo que haya una intervención directa, pero sí puede haber un endoso nuevamente a algún candidato, un acercamiento, porque al fin y al cabo parece que ha que ha funcionado”, indicó Luqui-Lagleyze.
Daniel Bedoya Ramos-GDA El Comercio
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