Apenas seis meses después de ganar la segunda vuelta, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se medirá este domingo nuevamente al electorado en un referendo clave que, para los analistas, será determinante para la consolidación de su proyecto político.
Más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a responder sí o no a cuatro preguntas: reformar la Constitución del 2008, instalar bases militares extranjeras en territorio nacional, reducir a la mitad el número de legisladores (de 151 a 73) y eliminar la financiación estatal a los partidos políticos.
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El referendo también es visto como un termómetro a la gestión de Noboa, cuyo mandato presidencial inició en mayo pasado, pero ostenta el poder desde diciembre de 2023 tras culminar el periodo presidencial de Guillermo Lasso, salido del poder por la figura de muerte cruzada.
Para el abogado y politólogo Arturo Moscoso, de lograr una victoria, Noboa “consolidará su liderazgo y ganará margen para avanzar con su agenda”. Pero, “una derrota lo dejará debilitado frente a la oposición”, lo que significaría un desafiante panorama debido a que, contrario al momento de relativa gracia que gozaba cuando fue elegido con el 55 por ciento de los votos, los vientos ahora no son del todo favorables para el presidente.
Personas se manifiestan a favor del referéndum convocado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa. Foto:EFE
El país andino vivió el primer semestre de este año el más violento en toda su historia con 4.619 homicidios, un 47 por ciento más que el mismo periodo del año pasado y ocho veces más que en 2016. Asimismo, los casos de extorsión se triplicaron en dos años (de 6.651 casos en 2023 a 20.293 en 2024), la violencia ligada al narcotráfico no cede y la crisis carcelaria suma más de 15 masacres desde 2021 con más de 500 presos muertos.
Desde la perspectiva del politólogo y profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Simón Pachano, la misma crisis de criminalidad que enfrenta Ecuador puede llevar a que un electorado desesperado por medidas urgentes, que no necesariamente respalda a Noboa, vote por el sí.
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“La inseguridad lleva a la gente a apoyar cualquier solución que se le ponga en la mesa”, asegura Pachano. Una necesidad que, destaca el analista Moscoso, le sirve al mandatario para justificar el llamado a referendo y consulta constituyente que, pese a que muchos advierten sería la puerta de entrada para legalizar la reelección, Noboa ha señalado que ese no es su interés.
El presidente defiende que una nueva Constitución, más corta, “eficiente” y con menos de la mitad de los artículos que la vigente, permitiría modernizar al Estado y destrabar decisiones.
Pero para los analistas consultados, esa promesa de renovación encubre riesgos profundos, entre ellos que el Gobierno busque rediseñar la arquitectura institucional para concentrar poder, reducir contrapesos y desmontar garantías sociales.
Personas se manifiestan en contra del referéndum convocado por Daniel Noboa. Foto:EFE
Pachano sostiene que no existen hoy ni las fuerzas políticas ni los acuerdos nacionales necesarios para que una nueva Carta Magna represente una verdadera salida a la crisis.
“La Constitución en sí misma no es la que resuelve, sino cómo se elabora”, señala el analista al considerar que en el escenario actual -marcado por la debilidad partidaria y el predominio del liderazgo presidencial- el proceso podría convertirse en el camino hacia la concentración del poder en el Ejecutivo e incluso la reelección indefinida.
En esa misma línea, Moscoso advierte que la consulta opera como un “distractor” frente a los tropiezos en seguridad que no logra solucionar el Gobierno.
Las últimas encuestas oficiales de Clima Social y Cedatos muestran un apoyo a la constituyente del 48 y 61 por ciento, respectivamente, mientras que el rechazo ronda el 30 por ciento y los indecisos figuran entre el 20 y 11 por ciento.
Las preguntas relacionadas con el financiamiento a partidos y la reducción de asambleístas, por el contrario, gozarían de un apoyo que supera el 50 por ciento.
Personas se manifiestan en contra del referéndum convocado por Daniel Noboa. Foto:EFE
Las bases militares extranjeras, el punto álgido
De momento, el punto mayor duda dentro del referendo es el que considera instalar bases militares extranjeras en territorio nacional ya que, de aprobarse, se abriría la posibilidad de que Estados Unidos vuelva a tener presencia en el Pacífico, donde ya operó durante la Segunda Guerra Mundial y entre 1999 y 2009, antes de ser desalojada por el entonces presidente Rafael Correa.
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Actualmente, el artículo 5 de la Constitución de Ecuador prohíbe expresamente estas bases, lo que forzó a EE. UU. a salir en 2009 de Manta.
Para Noboa, el correísmo entregó el país “al narcotráfico”, bajo el argumento de “recuperar la soberanía”, en lo que para él fue “el primer pacto con el crimen transnacional”.
Más de 500 reclusos han muerto desde 2021 en Ecuador. Foto:AFP
Sin embargo, el enfoque de seguridad, como lo demuestra el repunte de homicidios, no logra combatir por sí solo la ola de criminalidad que hoy golpea al país. Así lo revela el más reciente informe de la organización International Crisis Group que sostiene que lo que fue el principal músculo de Noboa en materia de políticas es ahora el reflejo de las falencias de un enfoque centrado solo en la seguridad, que no aborda las otras causas que alimentan la criminalidad récord.
“Una y otra vez, la dependencia en la fuerza militar es socavada por los mismos problemas: poco compromiso por parte de las instituciones estatales para apoyar a las comunidades pobres y vulnerables; un sistema penitenciario que sigue alimentando la violencia y permite que los grupos criminales se consoliden; y una colusión estatal profundamente arraigada que permite que el crimen y la violencia persistan y, a menudo, empeoren”, señala el documento.
Para Glaeldys González, analista de Crisis Group para los Andes del Sur, el país enfrenta un momento “crítico” en el que, si no se toma un viraje de política, la ola de violencia seguirá en aumento ante “grupos criminales que suelen adaptarse rápidamente” a un enfoque netamente de seguridad y militarización.
“Si no hay una un cambio a políticas complementarias que le den fortaleza a la respuesta estatal, vamos a ver que los niveles de violencia seguirán en aumento”, advierte la experta.
Daniel Noboa y Kristi Noem. Foto:EFE
Sin embargo, como lo han demostrado sus 14 decretos de estados de excepción, Noboa ve la falta de resultados como una señal de redoblar aún más su apuesta. Solo esta semana, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, visitó el país por segunda vez para evaluar la instalación de posibles bases militares en el país, específicamente en Manta y Salinas.
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Y es que, si bien analistas como Moscoso señalan que es cierto que el crimen transnacional no puede enfrentarse con soluciones puramente locales, “la presencia de una base estadounidense plantea serios dilemas de soberanía”. “Ecuador necesita cooperación para combatir redes que operan más allá de sus fronteras, pero esa cooperación no puede convertirse en subordinación”, advierte el experto.
Por su parte, Pachano matiza la posibilidad de que la instalación de bases militares de Washington eleve los temores de una región que enfrenta bombardeos de lanchas en el Caribe y Pacífico, así como una incursión en Venezuela.
Explosión de carrobomba en Guayaquil, Ecuador. Foto:EFE
“Hay serias posibilidades de que haya un conflicto en Venezuela, que haya una presencia militar norteamericana mucho más fuerte, y enfrentamientos con fuerzas apoyadas por Rusia y otros países. Entonces, Ecuador pasaría a ser una pieza de un juego que no estaría en sus manos”, señala.
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Las encuestas también varían. Mientras que Clima Social determinó que el ‘no’ ganaría en esta pregunta con el 43 por ciento, Cedatos refleja que el ‘sí’ ganaría con un 53 por ciento.
En definitiva, los expertos coinciden en que lo que se definirá este domingo en las urnas es el tipo de democracia que quiere Ecuador que, urgido de soluciones efectivas que garanticen la seguridad de la población, puede inclinarse por salidas rápidas y tentadoras con serios riesgos a la vista.
