El sistema penitenciario de Cuba atraviesa una crisis humanitaria marcada por la opacidad y la violencia institucional. Un informe anual del Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) ha revelado que, entre marzo de 2024 y el mismo mes de 2025, se documentaron 1.858 incidentes que constituyen violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos de las personas privadas de libertad.
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El estudio subraya que la magnitud de los abusos es probablemente mayor a la registrada, ya que los autores enfrentaron una opacidad informativa total y una represión sistemática contra quienes intentan denunciar.
Van 60 muertes en impunidad
El dato más trágico del informe es la identificación de 60 muertes bajo custodia estatal en solo un año. De estos decesos, 47 están vinculados a la negligencia médica o a la falta de atención oportuna para problemas de salud física y mental, mientras que siete resultan de violencia física directa.
El CDPC detalló prácticas que constituyen tortura y tratos crueles. Foto:EFE
La ONG enfatiza que “ninguna de estas pérdidas de vidas ha sido objeto de investigación independiente e imparcial, perpetuando un patrón de impunidad que facilita la repetición de estos hechos”. La Fiscalía General de la República, subordinada al presidente, carece de la independencia real necesaria para investigar abusos cometidos por otros órganos del Estado.
Los métodos de tortura documentados
El CDPC detalló prácticas que constituyen tortura y tratos crueles, utilizados para hostigar y reprimir a la población penal, especialmente a los presos políticos:
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- ‘Cama turca’: Consiste en la inmovilización del recluso en posición fetal durante días, un método que causa un gran sufrimiento físico y psicológico.
- ‘La bicicleta’: Obliga a la persona a caminar encorvada con las manos esposadas a la espalda, impidiendo el movimiento normal.
- Esposas tipo ‘shakiras’: Uso prolongado de cadenas que inmovilizan manos y pies de forma severa, dificultando funciones básicas como comer o asearse.
- Encierros extremos: Casos de confinamiento de hasta tres años en celdas de castigo.
Condiciones infrahumanas y negligencia médica
Más allá de la tortura física, el informe detalla un entorno de vida deliberadamente degradante. Entre las violaciones más frecuentes se encuentran:
- Condiciones insalubres: Denuncias de hacinamiento que obligan a los reclusos a dormir en el suelo, suministro de agua contaminada y filtraciones permanentes en las infraestructuras.
Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Foto:EFE
- Desnutrición y deficiencias alimentarias: Reportes de desnutrición masiva y dietas insuficientes.
- Negación de asistencia médica: Ausencia casi total de medicamentos básicos y negación deliberada de atención, incluso en situaciones críticas. Una reclusa llegó a extraerse sus propias muelas del juicio sin anestesia ni instrumental adecuado ante la negativa de las autoridades.
La activista Camila Rodríguez, una de las autoras del informe, relató el impacto del material documentado: “Por mucho que todos los días estemos en contacto con información muy dura sobre las prisiones, no dejamos de impactarnos con las vivencias y con todo el horror”.
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El estudio concluye que el sistema penitenciario cubano es incompatible con los estándares internacionales de derechos humanos, y exige a la comunidad internacional reforzar la vigilancia y la presión diplomática para que Cuba cumpla con sus obligaciones de garantizar condiciones de vida dignas y ponga fin a la impunidad institucional.
(*) Este contenido fue escrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de conocimiento público divulgada a medios de comunicación. Además, contó con la revisión de un periodista.
