El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, obtuvo este jueves vía libre para su reelección indefinida, luego de que el Congreso, bajo su control, aprobó una profunda reforma constitucional que también amplió el mandato de gobierno de cinco a seis años.
Bukele, de 44 años, gobierna desde 2019 y fue reelegido en 2024 con un 85% de los votos, lo que le dio un dominio casi absoluto sobre todos los poderes e instituciones del Estado, en lo que la oposición tacha de “dictadura”.
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La iniciativa, aprobada con dispensa de trámite y sin estudio legislativo, contó con 57 votos del oficialismo y sus aliados para reformar los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Carta Magna salvadoreña, la cual hasta el momento prohibía la reelección inmediata.
Presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Foto:EFE
Fuegos pirotécnicos estallaron en la plaza principal del centro histórico de San Salvador, mientras los legisladores ratificaban la reforma constitucional en una segunda sesión plenaria convocada por la noche, en una expedita entrada en vigor.
“Gracias por hacer historia, colegas diputados”, dijo el jefe legislativo, Ernesto Castro, del gobernante partido Nuevas Ideas.
Las reformas incluyen la ampliación del período en la Presidencia a 6 años, la supresión de la segunda vuelta en los comicios presidenciales y el recorte del periodo actual para que concluya en 2027 y no en 2029, esto para que concuerde con las votaciones legislativas y municipales de ese año. La enmienda tendrá que ratificarse por esta misma legislatura para entrar en vigencia.
Nayib Bukele Foto:EFE
“Históricamente, la reelección ha estado permitida en El Salvador para casi todos los cargos de elección popular, sin prohibiciones, sin condiciones, en particular” y la “la única excepción hasta el momento ha sido la Presidencia”, dijo la diputada Ana Figueroa, de NI.
Añadió que los salvadoreños «van a tener el poder de decidir hasta cuándo desean apoyar el trabajo de cualquier funcionario público e incluyendo su presidente».
La iniciativa eliminará la segunda vuelta electoral
Esta iniciativa también ampliará el período presidencial a seis años (actualmente es de cinco) y para «ordenar nuestro ciclo electoral» propone que el mandato actual de Nayib Bukele concluya en 2027 y no en 2029, para que las próximas elecciones presidenciales coincidan con las legislativas y municipales.
Además, anularía la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, por lo que la Presidencia se ganaría por mayoría y no sería necesario el 50 % más uno, como se contempla actualmente en la Constitución salvadoreña, vigente desde 1983.
Bukele inició el pasado 1 de junio su segundo mandato consecutivo a pesar de que varios artículos de la Constitución lo prohíben tras un cambio de criterio de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, que la primera Legislatura dominada por NI en 2021 nombró en un proceso irregular.
La prisión en El Salvador es una de las más temidas. Foto:Argentina.gob
Críticas y preocupación por la reforma
La diputada oficialista Ana Figueroa, quien presentó la reforma, celebró que los salvadoreños ahora “van a poder decidir hasta cuándo apoyan a su presidente”.
“Este día ha muerto la democracia en El Salvador. Se quitaron las máscaras”, dijo por su parte en el plenario la opositora Marcela Villatoro, quien criticó que se aprobara la reforma cuando el país entra en una semana de vacaciones: “Son unos cínicos”.
Para Juanita Goebertus, directora de Human Rights Watch (HRW), con la reelección indefinida El Salvador recorre “el mismo camino que Venezuela”. “Empieza con un líder que usa su popularidad para concentrar poder, y termina en dictadura”, escribió en la red social X.
Nayib Bukele y su esposa, Gabriela Rodriguez. Foto:AFP
“Las reformas llevan a un desequilibrio total en la democracia que ya no existe”, comentó a la AFP el coordinador de la no gubernamental Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro.
En su discurso por el primer año de su segundo mandato, Bukele aseguró que le tiene “sin cuidado” que lo llamen “dictador”, ante la ola de críticas en su contra por las detenciones de activistas humanitarios.