En el Perú, la presidenta Dina Boluarte llega a este 28 de julio con una aprobación del 3%, la más baja de su gestión, según una encuesta de Datum Internacional para El Comercio publicada en junio. ¿Con cuánta popularidad llegaron otros presidentes de Latinoamérica a ese momento de su gobierno?
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Dina Boluarte, presidenta de Perú. Foto:EFE
En Chile, Gabriel Boric (2022-2026)
Inició en marzo su último año en La Moneda, con una aprobación del 22 %. La cifra marcaba una caída respecto de su base de apoyo del 30 %.
“La aprobación de Boric ha mostrado una tendencia en U que es usual en Chile, con un apoyo que es alto al inicio, luego baja y hacia el final sube”, dice el politólogo Patricio Navia. La ciudadanía lo castigó por el fracaso del plebiscito y la inseguridad, pero destacan la reforma de pensiones y la reducción de la jornada laboral.
Ahora, los sondeos de julio reflejan un alza en el respaldo al mandatario.
En Colombia, Gustavo Petro (2022-2026)
Empezará en agosto su cuarto y último año en la Casa de Nariño y lo hará con una aprobación del 38 %, lo que representa una mejora respecto de los últimos años. Su índice de apoyo ciudadano fue estable en torno al 34 % y su punto más bajo de respaldo fue en diciembre del 2023 con un 26 %. Pese al aumento, el diario El Tiempo” señala que la imagen de Petro aún tiene números en rojo y destaca que la percepción de seguridad y la economía aún son problemáticas para el primer gobierno izquierdista de Colombia.
En Argentina, Alberto Fernández (2019-2023)
Terminó su mandato con escasa popularidad. Aunque tuvo un aumento de respaldo a inicios de la pandemia, un año antes de dejar la presidencia el mandatario registraba el 24 % de apoyo.
“Si bien los presidentes suelen dejar el poder con menor popularidad de la que llegan, el caso de Alberto Fernández es muy particular porque él no era el líder del peronismo, sino Cristina Fernández. Él era una figura minoritaria dentro de un peronismo muy dividido. Además estaba comprometido por el escándalo de una fiesta en plena cuarentena y la situación económica era muy delicada. Era muy impopular”, apunta Juan Negri, politólogo en la Universidad Torcuato di Tella.
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Bolsonaro enfrenta un juicio por presuntamente liderar un golpe de Estado en 2022. Foto:AFP
En Brasil, Jair Boslonaro (2019-2023)
La aprobación de Bolsonaro al iniciar el 2022, a un año del final de su mandato, variaba entre el 27 % y el 38 %, según las encuestas, que daban cuenta de que la imagen del líder de la ultraderecha se había visto afectada por el mal manejo de la pandemia y denuncias de corrupción.
El mandatario llegó a su último tramo de gestión con la mira en la reelección, que finalmente perdió ante Luis Inácio Lula da Silva tras una campaña polarizada. Los sondeos de ese entonces mostraron que la principal preocupación de los brasileños era la situación económica, marcada en los años previos por altos niveles de desempleo y una alta inflación que también restaron popularidad a Bolsonaro.
En El Salvador, Nayib Bukele (2019-2024)
Desde que llegó a la presidencia en el 2019, Nayib Bukele ha mantenido una aprobación que supera el 80 %.
Considerado como el mandatario más popular de Latinoamérica, el político que logró una drástica reducción del número de homicidios y lanzó una estrategia de mano dura contra el crimen y las pandillas no tuvo problemas en ser reelegido para un segundo mandato de cinco años en las elecciones del 2024, en contra de lo estipulado en la Constitución.
Bukele ha invertido tiempo y dinero en cuidar su imagen, aunque eso no lo ha librado de recibir críticas por recurrir a prácticas autoritarias para mejorar la seguridad.
Nayib Bukele ha mantenido una aprobación que supera el 80 %. Foto:EFE
En México, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024)
Conocido como AMLO, entró al tramo final de su gobierno con una popularidad favorable y estable. En setiembre del 2023, al iniciar el último año de gestión, su aprobación ciudadana rodeaba el 60 %, en parte por los apoyos sociales dados por su gobierno, según encuestas de medios como el diario El Financiero.
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Los analistas señalaron que el respaldo al mandatario izquierdista influyó en el triunfo de su partido (Morena) en las elecciones de junio del 2024. Pese a la popularidad del entonces presidente, los mexicanos calificaron su gobierno con menos aciertos en áreas como la seguridad y la corrupción, aseveran los sondeos.